Es una mañana de verano y de momento te enteras que estas ante la llegada de un nuevo miembro a la familia. Como toda mujer ante esta noticia nos preocupa que nuestro cuerpo este preparado para que nuestro hijo sea saludable al nacer.
Vamos al medico/ ginecólogo y nos realizamos de ahora en adelante todos los análisis para cerciorarnos que nuestro cuerpo se encuentra en perfectas condiciones para dar paso al alumbramiento.
Sin embargo son pocas las madres que no pensamos en la importancia de la calidad de agua que tomamos en o antes de quedar embarazadas. Estudios recientes indican que los hijos de mujeres expuestas al agua potable contaminada durante el embarazo tienen más probabilidades de nacer prematuramente, o con bajo peso al nacer, y experimentar dificultades cognitivas de por vida.
Imaginate tomarte todas las vitaminas con agua expuesta al cloro, plomo y otros metales pesados que se encuentran en el agua potable. Mi hermana Lisa descubrió que una de las causas de su reflujo en las primeras etapas en su primer trimestre se debían al agua que consumía todas las mañanas en ayunas. Lisa, recuerdo, cambio a tomar agua de botella y en unas cuantas semanas de un poco de mejoría volvió al malestar. Unos cuantos análisis y muchas búsquedas sobre el tema le indicaron que el agua de botella contenía muchos plásticos que también le podrían hacer daño a su bebe.
El agua embotellada libera gran cantidad de micro plásticos y de exponerse al calor libera grandes tóxicos perjudiciales para la salud humana y más para el bebé que está formándose en gestación. Segun investigaciones realizadas a nivel mundial revela presencia de plástico en las placentas humanas, que los científicos describieron como "un asunto de gran preocupación". Investigaciones anteriores realizadas en laboratorio con placentas humanas donadas por las madres después del parto también han demostrado que las partículas de poliestireno pueden atravesar la barrera placentaria. La contaminación por micro plásticos ha llegado a todos los rincones del planeta, ya se sabe que las personas consumen las diminutas partículas a través de los alimentos, aire y agua.
La profesora Phoebe Stapleton, de la Universidad de Rutgers, que dirigió la investigación con ratas, dijo: "Encontramos las nanopartículas de plástico en todas partes: en los tejidos maternos, en la placenta y en los tejidos fetales. Las encontramos en el corazón, el cerebro, los pulmones, el hígado y el riñón del feto".
Así que ante esta información, Lisa hoy tiene un sistema de calidad de agua en su hogar. Y claro, de Cyber Water System. Hoy Mathew es un bebé saludable y sin problemas y esperamos que el descuido del primer trimestre no sea perjudicial para su salud, aún falta que crezca y esperamos sea un niño sin problemas a nivel físico y cognitivo en el futuro.
Por: IMT, Bloguero Informativo de Cyber Water System