Segun la Organización Mundial de la SALUD, OMS
Más de 2.000 millones de personas viven en países con escasez de agua, lo que se espera que se exacerbe en algunas regiones como resultado del cambio climático y el crecimiento de la población.
A nivel mundial, al menos 2.000 millones de personas utilizan una fuente de agua potable contaminada. La contaminación microbiana del agua potable como resultado de la contaminación con heces fecales representa el mayor riesgo para la seguridad del agua potable.
Si bien los riesgos químicos más importantes en el agua potable provienen del arsénico, el fluoruro o el nitrato, los contaminantes emergentes como los productos farmacéuticos, los pesticidas, las sustancias per fluoro alquiladas y poli fluoro alquiladas (PFAS) y los micro plásticos generan preocupación pública.
El agua segura y suficiente facilita la práctica de la higiene, que es una medida clave para prevenir no solo las enfermedades diarreicas, sino también las infecciones respiratorias agudas y numerosas enfermedades tropicales desatendidas.
El agua potable microbiológicamente contaminada puede transmitir enfermedades como la diarrea, el cólera, la disentería, la fiebre tifoidea y la poliomielitis y se estima que causa 485, 000 muertes diarreicas cada año.
En 2020, tan solo el 74% de la población mundial (5.800 millones de personas) utilizó un servicio de agua potable gestionado de forma segura, es decir, uno ubicado en las instalaciones, disponible cuando sea necesario y libre de contaminación. Lo que significa que otra parte de la población se encuentra en condiciones de peligro salubrista y los que tienen el privilegio de obtener agua potable esta contaminada de químicos y tóxicos.
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